Luna Llena se publica puntualmente el mero día del plenilunio. Está escrita a dos manos y a dos corazones: escoger el tema y animar la conversación una luna le toca a Cebaldo de León, la siguiente a Jorge Ventocilla, y así.
Es una conversación entre amigos que se conocieron hace muchos años en Panamá. Ambos desean que este blog alunado sea la extensión de su amistad y que llegue hasta donde pueda. Es un obsequio libre, gratuito, y está porque está; no hay compromiso de hacerle caso. Se puede usar de amuleto, de piropo, de refugio: es como la misma luna, pues.
Y siempre apreciamos que algunas personas la compartan con otros, donde estén.
Cada vez trae al menos una ilustración de Ani Ventocilla. Ella se nos unió en el camino y con eso fuimos felices; lo volvemos a ser cada vez que nos llegan sus acuarelas. Inayaili de León nos ayuda, en cada luna, con los detalles del Internet: sin su ayuda no saldríamos de la superficie de la Tierra. Los cuatro vivimos en países distintos, donde incluso se hablan idiomas distintos. Y hasta caminamos en dos continentes distintos: el viejo y el nuevo, como les dicen.
Si quisiera saber más sobre el inicio de Luna llena, puede ir a la primera de nuestras Lunas, la de julio 2018.
Gracias siempre,
—Jorge Ventocilla y Cebaldo Inawinapi