Cosmovisiones y cinemanías
(Notas sobre paraísos terrenales)
(Cebaldo) Dicen que en el currículum vitae que enviamos para aplicar a un trabajo, deberíamos incluir nuestra primera carta de amor. Creo yo que también deberíamos incluir nuestras películas inolvidables. Un apartado que responda a preguntas como…
¿De qué películas gustó usted?
¿Cuál fue la última de ellas?
¿Y con quién las vio?
Y es que por lo menos para mí y ala par de los momentos mágicos de la infancia, los libros esenciales o el vino bebido en alegre compañía, el cine forma parte de mi “cosmovisión” propia, de mis estaciones del alma…
(Jorge) Bien puedo ver Cebaldito, cuánto marcó el cine a tu vida. Ya antes y varias veces me has hablado de tus primeras vivencias de cine allá en Ustupo, tu aldea marina. Note lo he querido decir antes - porque escucharte hablar de ello es cada vez como una pequeña fiesta - pero en tus numerosos viajes entre Portugal, Ciudad de Panamá y Kuna Yala - cuando reaparecías y coincidíamos - varias veces me has contado lo mismo (…o yo te he pedido que me lo cuentes, como si nunca lo hubieras hecho). Aquellos fascinantes momentos de tu infancia cuando el cine te mandaba a volar lejos, muy lejos arriba, y eras un niño-animalito de galaxia extasiado con héroes y heroínas, tramas y escenografías… ¡Qué bueno que ahora se te ocurra volver con el tema para nuestra Luna Llena! Cuéntame otra vez hermano, has de cuenta que note lo he preguntado ya …¿Cómo llegó el cine a Ustupo?
(Cebaldo) Algunos cronistas de mi aldea dule cuentan que el cine llegó en los años ‘60. Y polemizan si de la mano del Padre Jesús Erice o de un comerciante que viajaba en un barco lleno de mercancías y no pocas sorpresas. Quiero creer que llegó junto con el catecismo. Es decir, ala par de tantas cosas que ese extraordinario vasco apellidado Erice, padre claretiano, trajo a las comunidades mientras se desempeñaba como constructor de escuelas, templos, puentes, casas y huertos escolares.
Músico de siete instrumentos, marinero conocedor de todos los humores del viento en la comarca kuna; etnógrafo, maestro, escultor de barcos, fotógrafo…. y gran amigo de sus amigos que eran tantos. La vida del Padre Jesús daría para un filme extraordinario.
Cuando él predicaba de infierno sy purgatorios, de cielos y limbos, yo niño me imaginaba peleas y combates, como en las películas. Y lo más extraordinario era que donde se celebraba la misa –la estación sagrada - era en la planta alta de la iglesia. Mientras que en la planta baja, donde se proyectaban las películas, transcurría otra estación: la pagana. Un templo menor en donde los fines de semana se oficiaba gracias a una pequeña planta eléctrica, cuyo ruido competía con las balaceras, los gritos de Tarzán y el estruendo de las rancheras mexicanas.
(Jorge) Fíjate Cebaldo que si bien no tuve el placer de conocer personalmente al padre Erice, mucho oí hablar de él en Kuna Yala. Mac Chapin, el viejo amigo antropólogo que de tanto en tanto se comunica con nosotros, escribió un hermoso relato sobre este ser humano. Ahí aprendí que en sus últimos días se olvidó totalmente - o no quiso hablar más en esas lenguas - del vasco y del español: solo hablaba en dulegaya, el idioma dule.
Dicen que por senil, pero yo tengo mis dudas. Quizás había llegado a la conclusión sabia de que una vez en la puerta, ante el mismo San Pedro, tendría más posibilidades de acceder alReino de los Cielos siendo indio Kuna que ciudadano español.
Poco antes de que el padre Erice partiera en su último viaje, narró Mac Chapin, llegaron desde España varios familiares a verlo. Y que necesitaron de traductores kunas para transmitirle los adioses que traían.
(Cebaldo)Las películas de mi infancia no eran religiosas. Mas bien, mi memoria cinéfila me transporta hasta Tarzán (con Johnny Weissmüller, “El Rey de la Selva” claro está), al primerZorro, a Pedro Infante y Lola Beltrán, a Charlot, a las aventuras de El Santo (“ElEnmascarado de Plata”), y a los primeros besos en la pantalla …y fuera de ella.¡Qué descubrimientos!
No recuerdo cuándo comenzaron a cobrar la entrada al artesanal cine de mi aldea. Pero sí que el boleto al paraíso costaba …¡Un coco! El coco siempre fue nuestra moneda comarcal. ¿Acuánto equivaldría en esos años un coco? ¿Cinco, diez centavos? Quienes tenían monedas pagaban con monedas; los demás con su coco. ¡Bienaventurado coco que nos permitía viajar al paraíso, a la siguiente aventura, a un beso inesperado, a un abrazo mágico!
¡Bienaventurado coco que nos permitía viajar al paraíso, a la siguiente aventura, a un beso inesperado, a un abrazo mágico!. Ilustración de Ani M. Ventocilla King.
(Jorge) De entre tus héroes delséptimo arte me quedo con Tarzán y Charles Chaplin (sobre todo con suinolvidable personaje Charlot). Tengo copias de varias de las películas deambos y hoy puedo decir, ya mayorcito, que si bien me siguen fascinando lasaventuras de Tarzán, me agua la fiesta el racismo que rezuman sus guiones.Inocentes, crédulos, no detectábamos esos mensajes subliminales; pero de queeran, eran. Y de Chaplin: aun hoy se podría volver y volver a reír con El Circo, esa grandiosa creación de cinemudo.
He leído que fueron 80 laspelículas donde actuó Chaplin, pero solo en cinco se le escuchó decir algo omucho: el resto fueron películas mudas. A riesgo de que nos llamen dinosaurios,tendríamos que recomendar a nuestros lectores que vean algunas vez cine mudo. Cuántaspersonas nunca han visto cine mudo.
En esos años se organizaban envarias ciudades del mundo concursos de imitación de Charlot. Y un día, estandoen San Francisco, el propio Charles Chaplin, de incognito, participó en elconcurso. En la primera ronda lo descalificaron, por ofrecer una muy pobreimitación.
Decía él que un día sincarcajada, era un día perdido.
(Cebaldo) Cómo iba yo a imaginarque años después junto a libros y músicas, tendría a mano mis clásicos preferidosdel cine gracias a la tecnología moderna. Tecnología ésta que es hoy parte demi cosmogonía portátil, almacén auxiliar de mis cosmovisiones.
Películas de o con JorgeNegrete, Pedro Infante, El Santo, Isabel Sarli (la Coca), Scarlett Johansson, WoodyAllen, Tarkosvky, Buñuel, Cantinflas, Bruce Lee, Audrey Tautou, Manuel deOliveira, AudreyHepburn (Breakfast at Tiffany’s), Dustin Hofman (Cowboy de media noche), Wong Kar-Wai ysus poemas de breves silencios. CinemaParadiso. Lucia, de HumbertoSolás, los spaghetti western, “comics” rusos … y un larguísimo etcétera demaravillas.
Para ver y re-ver, volver areír, a llorar, a “cruzar los cables” de la memoria y pensar en los instantesmágicos de mis islas y de mi ciudad furiosa y sensual – la ciudad de Panamá ysus salas de cine; las amigas y los besos en la oscuridad. Pensar en nuevosfantasmas, en rabias virtuales y reales, en alegría compartida.
Mirar de nuevo esos filmes hoy,no es igual como cuando uno habitaba la infancia: es cierto. Pero ¿qué se puedehacer ante las melancolías incurables?