Sobre culebras...
“Y el hombre respondió: La mujer
que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí.
Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho?
Y dijo la mujer: La serpiente me engañó… , y comí.”
Libro del Génesis
Fue en El Valle de Antón donde encontramos una pobre culebra moribunda. Era hermosísima en sus colores brillosos, en la simetría de su cuerpo, pero había sido atropellada y estaba sufriendo. Viéndola así, ya sin ninguna posibilidad de vivir - un golpe en el espinazo suele ser decisivo para ellas - con pesar dimos termino a su sufrimiento. Una sensación maluca nos quedó en el alma y acordamos con Ani: “Una Luna Llena la dedicaremos a defender, aunque sea un poquito, a las culebras”
(Cebaldo) Desde los orígenes de la humanidad ciertas especies como que están marcadas, condenadas… Tantas veces como “chivos expiatorios” de nuestros miedos. Y pagan por eso. ¿Pero será igual en todas las culturas? Conocemos de la literatura antropológica y otras lecturas, de la importancia de la serpiente en la vida de antiguas civilizaciones. Para los egipcios representaban al dios del delta del Nilo, mientras que para los aztecas y otros pueblos de habla Náhuatl, Quetzalcóatl, la serpiente emplumada, era su máxima deidad. En Teotihuacán el culto a la Serpiente Emplumada aparece en la cerámica, la pintura y en la escultura de la ciudad. Conocida por los mayas como Kukulcán, era la deidad creadora del universo. Hay muchos ejemplos así.
(Jorge) Hace 30 años, (…caray, ¡qué fácil se dice!), cuando estudiaba manejo de vida silvestre en Costa Rica, tuve un compañero guatemalteco: Oscar Lara se llamaba. ¡Qué personaje más entrañable! Bueno para la rumba, las conversaciones filosóficas hasta el amanecer en los pocos espacios libres, y apasionado biólogo herpetólogo, uno de esos que se dedican al estudio de anfibios y reptiles. No olvido una vez cuando arrancó a narrarme sus sentires ante el despiadado maltrato que los humanos damos a las culebras.
- “Dime Jorgito, ¿a quién le echan buena parte de la culpa de la expulsión de nuestros supuestos primeros padres, Adán y Eva, nada menos que del Paraíso Terrenal? Dime pues … ¡A una culebra!”, se respondió él mismo.
- “¿Y a quién pisa la Virgen María, símbolo mayor de pureza en la religión predominante de nuestros países? Fíjate no más en la Virgen de Guadalupe...”
- “Qué hace casi todo aquel que no sale corriendo ante la aparición de una culebra? ¿Qué hace? …La mata o la manda a matar, ¿O no?”
Luego comenzó a describirme sus bondades y virtudes: “...Si vieras lo limpias que son en su comportamiento, sus hábitos de higiene. Y con qué celo cuidan de sus crías. Contempla no más cuando puedas y no salgas corriendo la belleza de su anatomía, los patrones de su coloración… ¡Ni qué hablar de su papel controlando ratones y taltuzas y otros animales plagas de la agricultura! Son vitales para el funcionamiento de los ecosistemas que habitan e indicadoras de su calidad. El mayor beneficio potencial que podemos obtener es al mismo tiempo una de las razones por las que más les tememos: su veneno. No pocos medicamentos han sido desarrollados de sus componentes …No hermano, ¡no hay animal tan incomprendido, tan injuriado, como éste!”
(Cebaldo) Todo esto parte de la creencia de que todas son venenosas; de historias terribles sobre ellas. En fin, una larga lista de rechazos. Pero siempre aparecen seres como tu amigo, que las estudian, que quedan encantados con sus comportamientos y tratan de entender su lugar en la naturaleza.
En el proyecto PEMASKY [Proyecto de Estudios para el Manejo de las Areas Silvestres de Kuna Yala, de inicios de los 80], donde también trabajaste y que fue uno de los años más felices y productivos de nuestra juventud, conocí a un hermanito dule; creo que fue el primer herpetólogo que conocí en mi vida. Jorge Roldán. Nunca más supe de él. Se que presentó un informe sobre la caracterización de la herpetofauna - así se dice, ¿no? - de la zona. Cómo me gustaría ahora conversar con él para que me cuente otra vez de sus días en selvas y montañas de nuestra querida Kuna Yala.
Me acuerdo verlo con un paisano de guía y con sus instrumentos de trabajo. Y muchos pensando que este hermanito debía estar “medio loco” por elegir esas andanzas. Aprendí que no solo estudiaba culebras sino también salamandras, ranas, sapos, tortugas, cocodrilos, lagartijas... Creo que su sueño era elaborar un mapa completo de esta fauna en la Comarca, o por lo menos en el área de Gardi. ¿Cómo habrá quedado ese intento? Roldán y otros como él, ¿soñarán con serpientes?
(Jorge) Hace unos días, pensando en este escrito, volví a llamar al Oscar tras años sin saber de él. Y me volvió a decir, con la misma fuerza de aquella vez, cuánto y por qué valoraba a estos seres. Son más de 3000 especies de culebras que en el mundo existen (...o sobreviven a tanta matazón). en Panamá unas 130 especies, de la cuales alrededor de 20 son venenosas o representan un nivel de peligro para los humanos, el resto no.
Hablando de miedo a los animales, recuerdo que tras el estreno de la película Tiburón en 1975, algunos ya no volvieron a disfrutar del mar como antes. Dicen que fue la producción con mayor recaudación en la historia, hasta que apareció el primer estreno de Star Wars dos años después. Luego siguieron Tiburón 2, 3 y 4…
Conversando de estas películas, uno de mis hermanos acotó: “Luego les tocó el turno a las orcas, después a las abejas y más tarde a las pirañas; también, cómo no, estrenaron ‘Anaconda’... Cuando se acaba el cuco del comunismo, arranca el miedo y la guerra contra el narcotráfico; y luego contra el terrorismo fundamentalista; y las mezclas, claro, de uno con otro miedo. Pronto quizás empiece el miedo global a una invasión alienígena.” “Todo es miedo, y no es gratuito”, fue su conclusión.
El miedo innecesario es súper eficiente como negocio …y como forma de control. Por él pagan pato varias especies y también la nuestra. Precaución y hasta temor ante las serpientes, son naturales: diríamos que incluso bien instintivos para Homo sapiens.Y no vamos a proponer estirarles la mano cuando aparezcan.
Pero, culebra que sin razón te persiga para morderte está bien difícil. Quizás solo en las películas. ¡Loor a la bella culebra que encontramos en El Valle de Antón, y a todas sus hermanas en el mundo!
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Cebaldo Inawinapi y Jorge Ventocilla (luna de noviembre)