Liricoterapias

“….A Ustupu
Aquí, el mar comparte su juego
y la luna le queda mirando
y arrojando puñados de cristal
sobre el esqueleto de Nele Kantule.”
Aiban Wagua (A la Manera Kuna)

Ayer leí en un periódico de la ciudad, o en un papel que encontré en la calle, o lo "vi y viví " en una de mis estaciones del sueño (últimamente son muchas y confusas) de porqué no abrir una clínica de Liricoterapia (una clínica de poemas y poetas)
Una especie de curanderos-poetas que receten poemas o versos, de acuerdo a los dolores del alma y del cuerpo!
En mi aldea, como en miles de lugares del mundo, la poesía anda de la mano con la magia, los medico-botánicos le cantan a las plantas, pero también al cuerpo, en versos, en claves; Y las ancianas le cantan al nieto, a la nieta, las historias para encantar, de animales y humanos.
En los primeros años de mi vida, una infancia mágica y hermosa, cada verano me sometía(n) a unas terapias intensas de baños medicinales: Inagui Obet: con flores, cortezas de árboles especiales, plantas aromáticas, piedras especialmente seleccionadas del río, y la riquísima agua del Río Abudi (todo ofrecido por el generoso bosque de Kuna Yala), y tenia el privilegio de que mi medico-botánico, mi poeta-mago, era mi abuelito paterno - Federico - (soldado de los días fundacionales y dramáticos de la Revolución DULE de 1925).
Durante un mes, sIn salir de la casa de él, me sometía a esta terapia de baños, de cantos y cuentos, y como dieta, solo peces del mar de Ustupu! de esa terapia, los médicos Kunas saben y mucho, pero cada día son menos los que lo usan…que pena! Y para mí además de los baños, la voz de mis abuelitos y mis tías que me contaban y cantaban historias, eran parte de la cura o de la terapia.
Otro de mis recuerdos de infancia es de cuando un fuerte viento azotaba la costa, o los Neles, presentían cosas raras, en el fondo de la tierra o en los cielos (terremotos, huracanes...) entonces la aldea cantando y abrazando y rodeando a sus poetas trataban de "desviar" a las furias...
Cuántas veces no nos hemos estremecido, con un simple verso de Neruda, o una canción de Silvio, o cuando un amigo o amiga en algunos segundos nos hacen ver luz y vuelos?
Y en esta clínica (de poemas) imaginemos:
— ¿Sufre de problemas estomacales? " voy a recetarle un soneto de Camoes” [u otro poeta] “Léalo dos veces por día antes de las comidas"…!
— ¿Taquicardia? voy a recetarle el "corazón disparado" de la brasileña Adelia Prado, léalo a medianoche, a la luz de las velas, en una terraza al lado del mar". O "la Luna" de Jaime Sabines en pequeñas dosis, en gotas....!
O a Bertalicia Peralta (Si tu corazón te pide el ropaje del amor nada puedes hacer para engañarle….)
— ¿Muy deprimido? tome este librito de Eugenio de Andrade (fabuloso poeta portugués), o estos versos de Bennedeti, declame cinco poemas todas las noches después de la cena....!
Tanta poesía, en tantas lenguas, inundando el mundo, tantas recetas para tantos estados del alma y del cuerpo.
Y así funcionaria nuestra medicina alternativa....!
En estos días recibí, un sobre, y dentro de ella: fotocopias de unos poemas de Turpana (Mi abuelo desenvaina sueños Mi abuela garra salvaje y mandíbula Abanica la palabra soledad) un librito de Consuelo Tomás (El cuarto Edén), con diseños del hermano y cómplice Ologuaidi, algunos textos de Gil Blas Tejeira (que leí con cariño en mis años de estudiante del Moscote) y poemas que no conocía de mi profesora del Naudea (1969, por pocos días) Diana Moran (Eva definida)

Me preparo para unas horas de tratamiento. Las músicas que me acompañaran, no serán (hoy) ni las Variaciones Goldberg (Bach), ni los Madredeus (que había pensado escuchar) sino unos cassetes antiguos de V. Vergara, un CD de Rómulo (Herencia), Bannnaba Proyect de Marden...y...

es que a veces hay intensas saudades (nostalgias) de la Casa Grande. y nos automedicamos…! se que a veces no es bueno, pero ayuda...experiméntenlo!

febrero frío de 2005