Museos Kunas: una interpretación
MUSEOS, REPRESENTACIONES GLOLOCALES DE LA CULTURA GUNA Y TURISMO (*)(**)
Xerardo Pereiro y Cebaldo de León Inawinapi
CETRAD – Centro de Estudos Transdisciplinares para o Desenvolvimento
UTAD – Universidade de Trás-os-Montes e Alto Douro
Correo electrónico: xperez@utad.pt
Correo electrónico: inawinapi@hotmail.com
(*) Este texto se encuadra en el proyecto de investigación del CETRAD titulado “Estudio estratégico del turismo en Guna Yala (Panamá)” y que ha sido financiado por la SENACYT (Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología) de la República de Panamá (código contrato: CID07-009). También hemos recibido apoyo del CETRAD (Centro de Estudos Transdisciplinares para o Desenvolvimento, www.cetrad.info) para la realización de una parte de esta investigación.
(**) Este trabajo es financiado por Fondos Nacionales a través de la FCT – Fundação para a Ciência e Tecnologia- de Portugal, en el ámbito del proyecto Pest-OE/SADG/UI4011/2011.
Agradecimientos
Agradecemos a Jan Vanhall (antropólogo) y a Anna (restauradora) del Museo de las Culturas del Mundo, toda su colaboración y ayuda durante nuestra estancia allí. También agradecemos la ayuda de Xosé Manuel Pérez Paredes y Afonso García Penas en los registros audiovisuales de los fondos gunas del Museo de las Culturas del Mundo en Gotemburgo.
Resumen
Nuestro texto reflexiona sobre la producción de representaciones culturales de los museos tomando como casos de estudio los discursos museológicos sobre la cultura Guna de los museos de Guna Yala y el Museo de las Culturas del Mundo de Gotemburgo (Suecia), donde se exhiben materiales culturales Gunas desde hace casi un siglo. Guna Yala es un territorio indígena autónomo e integrado en la República de Panamá, con cerca de 70.000 personas. El hilo conductor de nuestro texto serán las formas de clasificar y representar la cultura auto y heterorepresentada, destacando sus relaciones con el turismo. El texto está organizado en una introducción, un marco teórico, análisis de las representaciones y conclusiones.
Palabras clave
Museos, representaciones culturales, Guna Yala (Panamá), turismo.
1. INTRODUCCIÓN
Este texto se encuadra en el proyecto de investigación del CETRAD titulado “Estudio estratégico del turismo en Guna Yala (Panamá)” y que ha sido financiado por la SENACYT (Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología) de la República de Panamá (código contrato: CID07-009). El objetivo de este proyecto ha sido el estudio antropológico del sistema turístico en un contexto indígena de la periferia geopolítica, donde se está ensayando el control y empoderamiento indígena del desarrollo turístico. Los resultados de este proyecto de investigación han sido premiados por la Cátedra Sol-Meliá de la Universidad de las Islas Baleares (España) en 2011 – Premio Gabriel Escarrer-, y serán publicados próximamente (Pereiro et al. 2012).
A lo largo de este texto analizamos comparativamente la producción y representación cultural de la cultura guna en museos de Guna Yala y Gotemburgo (Suecia). Guna Yala es un territorio indígena autónomo e integrado en la República de Panamá, que se localiza en el noreste de Panamá bañado por el mar Caribe, próximo de la frontera con Colombia. Guna Yala tiene una población de cerca de 70.000 personas, la mitad de la cual habita en los centros urbanos panameños. Su modo de vivir tradicional era la caza, la recolección, la pesca y luego la agricultura y la artesanía, pero desde hace algunas décadas diversifican su economía y se están convirtiendo en “turistores” (gestores del turismo).
En nuestro trabajo, de la auto-representación guna de su cultura y modos de vivir, realizada con conexiones globales como veremos, pasaremos a analizar la representación externa de los gunas en un museo global con conexiones locales y localizadas. Los museos son uno de los mecanismos de representación cultural de la diversidad, al lado de otros como la etnografía, el turismo, el cine, la literatura, etc., y por ello es muy importante analizarlos desde su poder para representar la diversidad, pues sus imágenes ayudan a comprender las posiciones sociales y geopolíticas de los grupos humanos en contextos globales.
La metodología básica utilizada para la construcción de este texto ha sido el trabajo de campo antropológico, que ha seguido un principio de triangulación según el cual hemos articulado la observación participante en terrenos multisituados, con las entrevistas en profundidad y el análisis documental y de archivo. El proyecto ha tenido un antecedente en un estudio exploratorio sobre el turismo indígena guna que hemos iniciado en septiembre del año 2003; desde entonces hemos seguido una línea de trabajo con apoyo del CETRAD (UTAD), la FCT (Fundação para a Ciência e a Tecnologia), la National Geographic Society y la SENACYT (Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología) de la República de Panamá.
Además del trabajo de campo en Panamá, tenemos que destacar una estancia en el Museo de las Culturas del Mundo (Gotemburgo - Suecia), realizada en el mes de julio de 2011, con el objetivo de investigar las colecciones y representaciones de la cultura guna en ese importante museo. Durante esta estancia hemos realizado observación participante, análisis documental, registros audiovisuales y entrevistas con conservadores y técnicos del museo.
2. ENCUADRAMIENTO TEÓRICO
El museo es una institución social que representa simbólica y materialmente nuestro mundo y el de los otros. Tradicionalmente esa representación ha consistido en retirar los objetos de sus contextos específicos y hacer con que representasen totalidades metonímicas abstractas (Clifford, 1995: 261). Esta descontextualización y recontextualización recrea significados y dota de nuevos usos a esos objetos, otorgándoles un nuevo valor y una nueva vida que pasa por su exhibición, conservación y contemplación. Pero en el siglo XX la idea de museo fue cambiando con el tiempo y se dio más énfasis a la contextualización de los objetos en sus propios contextos vividos, a veces recreados para tal fin. De ser considerados antigüedades, los objetos pasaron a ser valorizados como obras maestras, testimonios culturales o bienes culturales más recientemente. Por lo tanto se ha producido un cambio del objeto al contexto, y posteriormente del contexto al texto y a la experiencia. Hoy en día uno de los desafíos de los museos es incorporar la biografía del objeto y la vivencia personal y colectiva de los problemas sociales.
El museo es una tecnología cultural discursiva que habla sobre el “nos-otros”, un lugar de definición y reinvención de las identidades culturales (Karp et al., 1990; Karp et al., 1992: 19) a través de sus imágenes, representaciones, discursos y prácticas. Este poder de representación cultural que tiene el museo se maneja de forma diferente según los contextos políticos, económicos y culturales (Walsh, 1991; Ames, 1992; Korff, 2002). De esta forma, coleccionar o exhibir, algunas de de las tareas fundamentales de muchos museos, son prácticas simbólicas de poder que se utilizan socialmente para legitimar ciertos sistemas ideológicos y ciertas versiones de las identificaciones colectivas.
Con la nueva museología y la ecomuseología, pero también los nuevos paradigmas de la antropología, la forma como el museo va a representar a los otros va a ser repensada. El museo-edificio va a ser matizado por el museo-territorio, el museo-director va a ser redefinido como el museo-comunidad, del museo-colección-exhibición al museo-investigación-interpretación-educación, del museo pedagógico al museo lúdico y de entretenimiento. De esta forma el museo pasa a cuestionar más que a reproducir, pasa a dar más protagonismo a las personas que a los objetos, a la interacción y al encuentro social que al esteticismo elitista.
Pero pese a esa nueva forma de entender el museo, muchos museos continúan anclados en los viejos paradigmas, siendo congeladores de versiones de la identidad, en la cual los objetos aparecen en un escenario de inmutabilidad histórica, sin estructura social definida y sin explicar la biografía del objeto y de sus usuarios. Es de esta forma, que las modernas teorías antropológicas, sociológicas y museológicas son incorporadas muy lentamente en determinados contextos geopolíticos.
En este sentido, la museología crítica de Jacques Hainard (1989) cuestiona la idea de que el objeto debe ser central en el museo. En su perspectiva, la alternativa está en no colocar los objetos como si fuesen un libro de texto o una tesis científica, sino que los nuevos lenguajes museológicos deben estar al servicio de ideas cuestionadoras y no ser simplemente un instrumento de transmisión de conocimientos. Así el museo sería un lugar de pregunta, debate y democracia cultural (Roigé i Ventura, 2007), es decir un espacio de comunicación bidireccional, dialógica y multivocal.
De acuerdo con el antropólogo Xavier Roigé i Ventura (2007) los museos no pueden continuar siendo los templos de la nostalgia, los conservatorios de las diferencias culturales o los cementerios en los cuales se llora la diversidad perdida. Ellos deben explorar las relaciones entre pasado, presente y futuro para reflexionar sobre lo que ganamos y perdemos (Pomian, 1996). Para ello cabe abordar nuevos lenguajes expositivos, nuevos temas e innovaciones tecnológicas y didácticas, de una forma interdisciplinar y enfocando los problemas del mundo actual.
Y si bien en la perspectiva de Claude Lévi-Strauss (1973) el museo debería ser una extensión del trabajo de campo antropológico, es decir, un museo laboratorio o un museo seminario, son muchos los que aún piensan el museo como un almacén o frigorífico en el cual congelar o fosilizar las representaciones culturales. Pero este deseo no se ha cumplido en muchos casos en toda su extensión, y muchos museos se han orientado hoy por la diversión, el ocio y el turismo, dejando en un segundo plano sus funciones sociales educativas y educadoras. En este escenario los museos públicos y privados buscan en ello nuevas fuentes de financiamiento que les permitan sobrevivir y adaptarse a contextos de recortes financieros. Esta crisis o transformación de la propia idea de museo se acompaña de la desaparición de la frontera entre lo museable y lo no museable, muchas veces en función de los intereses mercantiles.
Ante esto la alternativa se presenta en la construcción de un equilibrio entre lo lúdico y lo educativo, la ciencia y la divulgación, el visitante-participante residente y el visitante excursionista o turista. El patrimonio cultural albergado en los museos se usa de forma simbólica en el campo del turismo, para representar la identidad de un grupo humano con orientación hacia los visitantes. Ese uso simbólico para la mirada turística también tiene su eficacia simbólica en cuanto marcador de la identidad colectiva, sea esta nacional, regional, local u otra. Y en particular, los museos, como instituciones que albergan y utilizan el patrimonio cultural, son mecanismos de construcción de las “comunidades imaginadas” estudiadas por Benedict Anderson (1991). Los museos son lugares de memorias que definen identidades y que promueven identificaciones. Ellos son como el espejo retrovisor de un coche, nos vemos en ellos y nos identificamos más o menos con lo que vemos en ese espejo.
3. LOS MUSEOS KUNAS Y EL TURISMO
En las últimas décadas, los museos se han convertido en Guna Yala en un instrumento fundamental de representación de la cultura guna para el turista ver y consumir. A través de ellos los gunas afirman sus identidades (étnica, indígena, nacional…), como el caso destacado del “Museo de la Nación Guna” de El Porvenir, promovido por el CGK (Congreso General Guna), la máxima autoridad del pueblo guna. En este caso la objetivación de la cultura indígena guna se ve afirmada por el concepto importado de nación, frente al estado panameño y el mundo global. En otros casos como en el caso de Gardi Suitupu, el museo es promovido por una familia que afirma la identidad familiar y comunitaria en el mundo y en Guna Yala como producto turístico.
Lo cierto es que el turismo es hoy en día un factor de creación de museos. Es lo que sucede en Achutupu (Guna Yala), donde los responsables del Akwadup Ecoresort pretenden crear un museo en la comunidad que pueda ser visitado por los turistas de su hotel, donde podrían ver la representación de la cultura guna o participar en un seminario de artesanía textil (molas). En otros casos como en Usdup, conviven el museo de la comunidad con algún museo (mejor sería definirlo técnicamente como colección) en el propio proyecto turístico. Ellos sirven de reclamo, atractivo y oferta turístico-cultural para los visitantes.
En realidad hay una íntima relación entre museos y turismo, pudiendo afirmar que los proyectos turísticos hoteleros gunas musealizan determinados elementos de la cultura guna, objetivándolos para su consumo turístico (ej.: molas -artesanía textil-, nuchus -artesanía en madera-, arte, esculturas,…). Pero el turismo y los museos reinventan esa misma cultura guna situándola en un nuevo contexto y en una plataforma de comunicación glolocal.
De acuerdo con el coordinador de los museos comunitarios del CGK, Anelio Merry (2005, 2010), pero también en base a nuestras investigaciones, los museos gunas que están actualmente en funcionamiento en Guna Yala y que destacamos en el cuadro a seguir, presentan una íntima asociación con los pequeños hoteles autogestionados por los gunas:
Comunidades con museos | Proyectos turísticos relacionados |
---|---|
Museo de la Nación Guna (El Porvenir) | Zona de Gardi |
Museo privado en Nalunega (Nalunega) | Zona de Gardi: Ukuptupu, Hotel San Blas,… |
Museo de la Cultura Guna (Gardi Suidup) | Zona de Gardi |
Museo Olonigli (Ailigandi) | Dad-Ibe, Akwadup, Uaguinega |
Centro Cultural del INAC (Ailigandi) | Dad-Ibe, Akwadup, Uaguinega |
Niadup Galu Dugbis (Niadup – Ticantiquí) | |
Museo Olomaili (Usdup) | Kosnega, Cabañas Waica |
Cuadro nº 1: Comunidades con museos y proyectos turísticos relacionados
La historia de los museos en Guna Yala se remonta a la década de 1960, cuando se funda el museo Olonigli, en la comunidad de Ailigandi, un museo privado promovido por el Sr. Ruy Cortés. Y en el año 1989 se inaugura el Museo de la Cultura Guna de Gardi Suidup, un museo privado de la familia Davis. En 1990, el CGK un museo en la isla Werwerdup, con su Inna Nega (casa de la fiesta), el Onmakednega (Casa del Congreso) y la Sogag (casa de la cocina guna). Para su financiamiento se abrió una cuenta para donaciones en “The Chase Manhattan Bank”, pero la idea fracasó.
Más tarde se buscó apoyo del “Varldskultur Musset” de Gotemburgo (Suecia), con quien ya se había colaborado en el pasado, y también del “National Museum of the American Indian” (Estados Unidos). Este último apoyará el proyecto y capacitará a dos gunas en Washington para mejor desarrollar el museo. Posteriormente el proyecto recibió apoyo financiero de la “Inter-American Foundation” (IAF) y se integró en el Movimiento Latinoamericano de Museos Comunitarios, a través del cual se organizaron varios talleres de capacitación en guna Yala, uno en Digir en el 2001 dirigido por el antropólogo mexicano Cuauhtémoc Camarena y otro en Usdup en el año 2002 (Merry, 2010). En el año 2004 se va a inaugurar el primer museo comunitario en Usdup, y el primer museo comarcal en El Porvenir (Museo de la Nación Guna). Y es en el año 2005 que se inaugura el museo comunitario Galu Dugbis (Niadup).
En la asamblea general del CGK celebrado en Urgandi en noviembre del 2007, Anelio Merry, responsable de los museos comunitarios en Guna Yala presenta un informe sobre los avances en este tema. Señala que los museos gunas de El Porvenir, Niadup y Ustup son de todo el pueblo guna y forman parte de la red de museos comunitarios. Anelio define museo como un lugar donde reposan los objetos de los antepasados, un lugar que ayuda a conservar todos los elementos, tanto materiales, como inmateriales, de la cultura guna.
Según Anelio Merry, el museo guna debe seguir la idea de repositorio totalizador, conservador y mediador entre el pasado y el futuro, pero al mismo tiempo debe asumir una tarea de urgencia y emergencia en la recolección de elementos materiales e inmateriales que se están perdiendo. Anelio insta a los sailagan (autoridades gunas) a participar en los museos, pues no son para los turistas, sino que son para los gunas. Ellos son un lugar de aprendizaje para las futuras generaciones de tules (gunas) (fuente: diario de campo XP, 25-11-2007). Por lo tanto, los museos comunitarios Gunas son en primer lugar un discurso y una representación para dentro de los propios gunas, no para los turistas, un repositorio, un conservatorio, un lugar de memorias, un centro de investigación y educación. Y en un trabajo reciente, Anelio Merry (2010) afirma que los museos comunitarios son un instrumento de defensa del patrimonio cultural guna y una estrategia para confrontar la amenaza de la globalización.
En la actualidad, en Guna Yala existen dos tipos de museos: los privados (promovidos por familias o individuos) y los comunitarios (promovidos por el CGK y las comunidades). Todos ellos están sufriendo un proceso de mercantilización e integración en el mercado global por vía del turismo. Un ejemplo de ello puede verse en el siguiente caso:
“En Nalunega visitamos una colección museo regentada por una familia guna originaria de Usdup (sector oriental de Guna Yala). Nos dicen que en el sector Gardi es más fácil conseguir dinero porque hay más turistas. Cobran 2$ por la entrada y 5$ por la grabación de la visita. El guía suele llevar una pequeña comisión, aunque en secreto. El responsable es un artista guna que conoce muy bien la mitología guna y se inspira en ella para representar la cultura tradicional guna pero adaptada al gusto del turista. De esta forma también realiza máscaras de carnaval, una innovación sobre una práctica occidental no realizada tradicionalmente por los gunas. Un letrero prohíbe sacar fotos pero en la práctica se permiten a cambio de dinero” (Diario de campo XP, 8-07-2008).
Otro caso bien interesante es el Museo de la Cultura Guna de Gardi Suidup, un proyecto de la familia de John Davies inaugurado en el año 1989 que ahora está en remodelación y reubicación. Instalado en una cabaña tradicional guna, uno de sus hijos, Delfino, hace de guía, domina el inglés y el español, además es inaudule (farmacéutico tradicional, etnobotánico). La familia practica una poliactividad muy interesante: trabajan en la agricultura (ej.: cultivo de la piña, huerto), venden molas (artesanía textil) y enseñan el museo a los turistas, por lo tanto siguen una estrategia de reproducción poliactiva. El museo es aquí una colección de objetos que representan la cultura guna de una forma didáctica. Es un proyecto familiar pero la comunidad se identifica con él, es decir el museo no es solo para los turistas, sino que los escolares vienen al mismo a buscar información sobre el pasado de la cultura guna. El museo tiene una íntima relación con el turismo, trabaja con los cruceros, los veleros y los proyectos turísticos gunas, que prefieren el museo de Gardi Suidup al de El Porvenir pues consideran que a este último le faltan cosas, no está siempre abierto y no siempre hay guías que lo expliquen.
De acuerdo con Delfino hay turistas que buscan medicinas en el museo, y en general se van más enriquecidos y rompiendo la imagen de que Guna Yala es solo playas. En cuanto a las diversidades de los visitantes nuestro informante nos dice que “los italianos y los israelíes joden un poco más”, es decir, regatean más y no quieren pagar la entrada; las mujeres hacen más preguntas que los hombres, también nos relata. En este museo se venden a los turistas artefactos de la cultura guna como los nuchus pintados. Se pagan 5$ de entrada por cada pareja y 3$ por persona. El museo está integrado en muchos paquetes turísticos como un punto de interés relacionado con la visita a la comunidad. Por el pasan también los cruceristas, y los turistas de C. B. hacen un tour en la comunidad con visita al museo y comida en la propia comunidad. En este museo se representan los ciclos agrarios y productivos gunas, los ciclos festivos, los ciclos vitales gunas, elementos del sistema de creencias guna y de los sistemas curativos. En el museo se dan pequeñas charlas y conferencias, pero además se organizan visitas nocturnas.
Actualmente se preparan para abrir un pequeño alojamiento para visitantes al lado del museo, donde van a colocar hamacas para su descanso al precio de 5$ por noche. También van a ampliar la parte de atrás hacia el mar y van a hacer un relleno allí. El número de visitantes se registra en un libro de visitas y en el podemos observar la tendencia anual:
2007 | 2008 | 2009 | |
---|---|---|---|
Enero | - | 360 | 230 |
Febrero | - | 89 | 158 |
Marzo | - | 161 | 201 |
Abril | - | 108 | 124 |
Mayo | - | 61 | 64 |
Junio | - | 21 | 100 |
Julio | 37 | 117 | 110 |
Agosto | 56 | 90 | 138 |
Sept. | 33 | 70 | 29 |
Oct. | 68 | 82 | 101 |
Nov. | 80 | 201 | 60 |
Dic. | 117 | 214 | 113 |
Total | 391 | 1574 | 1428 |
Cuadro nº 2: Visitantes del Museo de Gardi Suidup. Fuente: Libro de visitas, registro de Delfino Davies y elaboración propia (Diario de campo XP, 24-01-2010)
Por lo que observamos en el cuadro de arriba los visitantes del museo aumentan en las épocas más turísticas (diciembre-marzo). Por un lado las visitas al museo reflejan las tendencias de visitas turísticas, con su temporada alta entre noviembre y abril, que coincide con algunas visitas de cruceros. En los meses de julio y agosto, las vacaciones europeas hacen aumentar un poco las visitas, aunque es considerada temporada baja. Un relato del arquitecto canadiense afincado en Panamá, Howard Walker, describe así la visita a este museo:
“En Cartí, un letrero colgado identifica el Museo Cultural Kuna. Delfino Davis, el dueño-curador, estaba allí para darnos la bienvenida. Una hora más pasa rápidamente al describirnos el contenido que llena la sala. Las paredes están revestidas con sus pinturas gráficas de las ceremonias kuna, alfabetos y en especial la lucha por la independencia que culminó en la revolución de 1925. Los estantes están repletos de esqueletos de animales y objetos para rituales. Su modelo hecho a mano de una vivienda típica kuna llama la atención. Él explica que el diseño de la casa debe seguir las normas establecidas por Ibeorgun, uno de los profetas kunas de antaño. .. “(Walker, 2010: 9).
Otro museo orientado al turismo es el museo de la Nación Guna, citado más arriba y situado en la isla de El Porvenir (centro administrativo de Guna Yala), producido y gestionado por el Congreso General Guna. Este museo ha sido concebido como una síntesis de la cultura guna presentada a los turistas a través de imágenes, materiales, textos, documentales, la recreación de un enterramiento guna, la fiesta de la chicha fuerte y una cocina guna. El museo abrió en el año 2004 y de acuerdo con su libro de registro, entre enero y julio del 2008 recibió 402 visitantes, en media unos 1000 visitantes por año, lo que no es mucho si lo comparamos con el número de turistas, veleristas y cruceristas que visitan la zona de Gardi, y también con el museo privado de Gardi Suidup.
Y en la comunidad de Ailigandi tenemos el Museo Olonigli que “contiene las esculturas y pinturas de su propietario, el octogenario Roy Cortés. Sus esculturas de madera pimentadas representan la pubertad, funerales y otras ceremonias en la cultura guna. En las paredes hay dos docenas o más de placas pintadas de “lugares del espíritu”, considerados sagrados y que no pueden ser fotografiados” (Walker, 2010: 9).
El museo Olonigli se localiza en la comunidad de Ailigandi. Fue fundado en 1960 por el Sr. Ruy Cortés. Es un museo en la voz de su promotor que contiene una colección de bajorrelieves de madera pintados que representan kalus o lugares sagrados de los gunas. También tiene esculturas y dibujos de la revolución guna, la casa, las músicas y los ríos. En la instalación hay un cartel en inglés invitando a los visitantes a hacer donativos. El espacio del museo es una sala de unos 20 metros cuadrados en una cabaña guna, y curiosamente casi no hay molas, una artesanía muy representativa de la cultura guna, tal vez la que más peso simbólico tiene en la representación cultural guna.
El promotor, Ruy Cortés, ayudó en la creación del museo comunitario de Ailigandi, en la misma isla y apoyado por el INAC (Instituto Nacional de Cultura). Este museo comunitario de Ailingandi está administrado por el INAC y gestionado por un docente. Es un edificio de una planta y media de altura, con colección de molas y otros objetos de la cultura guna. Está orientado a la educación escolar, no solamente al turismo. En la zona de Ailigandi-Achutupu hay cuatro proyectos turísticos que están íntimamente ligados con estos museos (Diario de campo XP, 18-01-2010). Una descripción de este museo del INAC la encontramos en un texto del arquitecto Howard Walker que reproducimos a continuación:
“En contraste, el conjunto Kuna Yala del centro cultural del INAC es más abierto. Su director, Arecliano Hernández, lleva a cabo programas de enseñanza de confección de artesanías, en el arte de tejer molas y cerámicas. Sus alumnos son todas las edades de las escuelas locales, Panamá y otros países, incluido el continente asiático. En la exhibición, además de trabajos de estudiantes hay tubos instrumentales para la danza… (Walker, 2010: 9).
Otro museo comunitario es el de Usdup (Museo Comunitario Olomaili), que fue inaugurado el 20 de mayo del año 2004 y que tienen una exposición permanente sobre la memoria histórica de la comunidad más poblada de Guna Yala. Su nombre está dedicado a un antiguo saila (González, 2004: 18) y tiene antecedentes en los años 1970, que fue una época de grandes cambios en la relación entre el estado panameño y los pueblos indígenas (nueva constitución, reforma educativa, alteraciones geopolíticas…). Estos cambios aceleran los sentidos de identidad de los pueblos indígenas, y en estos años la comunidad de Usdup intentará crear un Museo del Pueblo, la población fue invitada a ofrecer lo que podía en artesanías, alguna fotografía histórica y otros artefactos y documentos. Por varios motivos, el proyecto no tuvo larga vida, y solo se recuperará a finales de los años 1990. En otra comunidad guna, y en el año 2005, el 20 de marzo abrió el museo comunitario de Niadup (Museo Comunitario Galu Dugbis), más centrado en el rescate de la producción de hamacas (kachis).
Por lo tanto podemos concluir este apartado afirmando como los museos gunas no se crean y entienden apenas en el contexto de consumo turístico, sino que hay que entenderlos también como una producción comunitaria que pretende afirmar una versión étnica indigenista de su identidad y autonomía política. Los museos gunas abrazan el turismo como medio de financiamiento, pero también como forma de construir un escaparate indigenista frente al mundo global.
De acuerdo con Anelio Merry (2010: 54-59) los objetivos de los museos comunitarios gunas son servir de recursos didácticos escolares para la investigación escolar de la cultura guna, combatiendo así la influencia cultural externa, pero al mismo tiempo abriendo una ventana a lo local, nacional e internacional, es decir no excluyendo el turismo. A través de los mismos, el CGK pretende aproximar la escuela, el museo y la comunidad. Y, desde nuestra óptica, los museos gunas de Guna Yala son un instrumento glolocal de organización social de la diferencia indígena, construida relacionalmente con base en una selección objetivada de tipo culturalista. En ellos los gunas se han apropiado de las perspectivas antropológicas estructural-funcionalistas de antaño para mostrar su cultura, pero al mismo tiempo han ido creando nuevos modelos comunitarios y dialógicos de la institución museo. Es así que el museo representa diversidad y es al mismo tiempo diversidad cultural institucional y organizacional.
4. EL VARLDSKULTUR MUSSET DE GOTEMBURGO (SUECIA)
La cultura guna es representada por medio de la literatura, la ciencia y las artes en numerosos contextos, pero los museos son un instrumento privilegiado de representación de la cultura en general. Este ejercicio de poder define los diferentes otros y los presenta simbólicamente en sociedad. Después de analizar la auto-representación guna de su cultura en sus museos y ver cuál era su relación con el turismo, queremos analizar en este apartado una representación museológica global de la cultura guna. Para ello hemos seleccionado, de entre los varios museos globales que ofrecen representaciones de la cultura guna (ej. Museo Smithsonian en Washinton, Museum für Voelkerkunde en Berlín, Fundación José Félix LLopis y Museo Reverte Coma en Madrid), el museo Varldskultur de Gotemburgo, el motivo es la íntima relación histórica entre los investigadores de este museo y los Gunas (cf. Nordenskiold y Pérez Kantule, 1938; Mckim Holmer y Wassén, 1963).
4.1. Breve historia del Varldskultur Musset
El actual Museo de las Culturas del Mundo (http://www.varldskulturmuseet.se/ ) abrió sus puertas en el año 2004, pero su antecesor tiene ya una larga historia en el Museo de Gotemburgo, que abrió sus puertas en el año 1861 con fondos de gabinetes de curiosidades y de las recolecciones hechas por los navíos suecos. El Museo de Gotemburgo crea en el año 1890 dos departamentos, uno de “etnografía” y otro de “arqueología”. En 1913 el barón Erland Nordeskiold pasó a ser director de la sección de etnografía, a la cual dio un gran impulso con la recolección de más de 6000 objetos, la mayor parte de Centro y Suramérica, algo que aún hoy marcará las colecciones almacenadas del museo, pues estas suponen el 70% de todas las del museo.
Erland Nordeskiold visitó en sus expediciones Guna Yala y se hizo buen amigo de los Gunas recogiendo y creando mucha documentación sobre la cultura material e inmaterial Guna, así como recolectando objetos culturales gunas. Y en el año 1931 va a invitar al guna Rubén Pérez Kantule a realizar una estancia en Gotemburgo, durante la cual va a interpretar los materiales culturales gunas recolectados por el museo. Aún hoy pueden observarse en las oficinas del museo, los registros realizados en fichas de cartón de la época, y escritos en sueco, guna y español. En el año 1932 fallece Nordeskiold, y el nuevo director, Walter Kauden, orientará el museo hacia la investigación de Sur asiático. Sin embargo, el investigador Henry Wassén continuará la orientación latinoamericana de Nordeskiold y su interés por Guna Yala. De esta forma serán editadas varias obras sobre la cultura guna en sueco, inglés y español. En el museo se conservan cuadros y objetos de los investigadores suecos, como por ejemplo la maleta de Wassén utilizada en sus visitas de campo a Guna Yala.
De 1967 a 1973 Wassén será nombrado director del museo, y posteriormente desde 1973 y hasta 1990 seguirá colaborando con el museo. Después la dirección del museo quedó en manos del africanista Icjell Zetterstrom. En el año 1975 Suen Erile Jsacsson será nombrada responsable de las investigaciones sobre América Latina, y visitará Guna Yala y el Choco colombiano, donde realizará su tesis doctoral. La crisis financiera de los años 1990 en Gotemburgo motivó que el municipio de Gotemburgo, quien gestionaba el museo hasta entonces, propusiera al Estado sueco un nuevo museo con una nueva orientación. Ello se concretó en la construcción de un edificio de raíz, iniciada en el año 2001, para el Museo de las Culturas del Mundo (Varldskultur Musset de Gotemburgo).
El nuevo museo se localiza en la zona de Varberstand y Lisenberg, una zona donde se sitúan un parque de atracciones, un museo interactivo del medio ambiente, y otras infraestructuras deportivas y de ocio. Es decir, es un museo anclado en la oferta de ocio urbana de la ciudad de Gotemburgo, muy orientada al turismo. El edificio del museo es una arquitectura moderna y funcional obra del arquitecto francés González Perisac. El discurso museológico se centra en los siguientes pilares: la globalización, las movilidades humanas (ej. turismo, migraciones), los desastres naturales globales y los problemas globales. Este museo no ofrece exposiciones permanentes, a diferencia de su antecedente, sino que utiliza los fondos que están almacenados en otras instalaciones para investigación y elaboración de exposiciones y programaciones culturales interactivas.
Su discurso museológico cosmopolita e internacional se combina con una apuesta en la socialidad y el encuentro, destacando por su popular restaurante, sus salas de reuniones y encuentros científicos, pero también sus espacios para actividades educativas e interactivas. Hoy en día recibe cerca de 300.000 visitantes, siendo el primero en el ranking de Gotemburgo y el noveno en el de Suecia (fuente: entrevista a Jan Vanhall, julio 2011). Es necesario destacar también que cerca del 60% de sus visitantes son menores de 30 años, lo que indica su conexión con las culturas juveniles (ej. hip-hop). Su actual director es Mats Widbom, que con un perfil de gestor, mueve cuatro patas en el museo: exposiciones temporales, programación cultural, educación e investigación. En relación con estos últimos puntos, subrayar su colaboración con el máster internacional en museología de la Universidad de Gotemburgo.
4.2. La representación y clasificación de la cultura guna en los años 1920
En la colección de los años 1920 y 1930 las categorías culturales que se manejan en su catálogo tienen que ver con la objetivación de la cultura guna, así hay 61 molas, 92 collares, 60 cestas, abanicos, flechas, platos, etc. En sus fichas de inventario en soporte papel, el guna Rubén Pérez Kantule escribe sus interpretaciones de los objetos en lengua española. Veamos algunos ejemplos significativos escritos en máquina fotográfica antigua:
“Inv.º 1927.27.1085 - Cesta,
una cesta “inua karba”. Sirve para echar la basura y llevar las cosas en el monte como frutas en general, medicinas ó sean las cortezas de los árboles que usan como medicinas y a veces usan tambien para enfriar la chicha cuando esta cocinando en las ollas grandes. Los que hacen son hombres y raras veces las mujeres. Hecho de la planta “naiual””.
“Inv.º 1927.27.1113 -
Abanico “pikpi” usan para hacer más fuego cuando el fuego esta apagando. Hecho de la fibra de una palma que llaman “siel”. Los que hacen son hombres y mujeres a veces”.
“Inv.º 1927.27.0942 -
Collar de cuentillas, “uni kammu kinet”. Usan las mujeres y niñas, y comprados a los extranjeros y usan como simple adorno”
“Inv.º 1927.27.11.23 -
Plato de madera “suar nala” ó “pate”. Sirve para cargar los pescados pequenos. Para cargar plátanos cuando van a asar en la casa vecina y tambien sirve para poner los huesos de los pescados cuando estan comiendo juntos. Hecho de madera, trabajando por los hombres”.
El inventario incluye dibujos de las piezas y a veces alguna fotografía en blanco y negro, denotando una preocupación por el registro y descripción visual de los materiales culturales.
La forma de representación cultural era entonces el modelo de la enciclopedia y de la etnografía total estructural-funcionalista, con base en objetos que materializaban una cultura considerada territorialmente y lingüísticamente ancladas a un espacio: América Central y Suramérica. La forma de clasificar la cultura guna obedecía a las siguientes grandes categorías:
Sueco | Español |
---|---|
bildskrift – Och andra texter | ideográfico – otros textos |
ceremonial – och festföremål | ceremonial – artículos de fiesta |
Diverse | Misceláneo |
div. Husgeråd – och hyddinventarier | diversos utensilios – mobiliario |
jordbruk, husdjur o.d. | agricultura, animales domésticos |
dräkt, prydnad, toalettartiklar | artículos de tocador |
Fiske | Pesca |
Husmodeller | Casa |
Kalebasser | Calabazas |
Keramik | Cerámica |
korg & flatverk | cestas de trabajo |
kultföremål mediciner och medicin – mansattribut | medicamentos y atención médica para hombres |
Kvinnoskjortor | blusas de mujeres |
leksaker & spell | juguetes y hechizos |
vapen inkl. Jakt – och fångstredskap | armas incluidas las de caza – |
samfärsel och transport | Transporte |
verktyg, redskap | herramientas, equipos |
Väskor | Maletas |
Traducción del diccionario online: http://www.lexicool.com/translate.asp?IL=3 (18-10-2011)
En síntesis, la representación cultural guna que hace el museo en los años 1920 y 1930 es una co-representación negociada con los gunas. Y Rubén Pérez Kantule no es un un objeto de investigación o un simple informante, sino un sujeto activo en la construcción de conocimiento antropológico.
4.3. La representación y clasificación de la cultura guna a principios del siglo XXI
Hoy en día el Museo de las Culturas del Mundo no alberga en su edificio principal de la zona de Lisberg (Gotemburgo) colecciones propiamente dichas, sino que estas están almacenadas en otro edificio próximo en la zona de Varbergs Gatan. De los 7000 objetos culturales que integra la colección de Panamá, 1031 corresponden a Guna Yala, todos ellos catalogados en una base de datos digitalizada desde finales de la década de 1990 (ver: http://www.varldskulturmuseet.se/smvk/jsp/polopoly.jsp?d=859&a=4053). Los registros de esos materiales gunas fueron realizados por Eva Edman y Kerstin Gustafsson, siendo las fotografías hechas por Ferec Shwetz, sobre materiales recogidos en Puturgandi, Cuepti, isla Pino, Usdup (Panamá) y Río Caimanes (Colombia), por Nordeskiold y Wássen.
La base de datos está disponible online (ver: http://collections.smvk.se/pls/vkm/rigby.Welcome) pero no es de fácil consulta para quien no sepa sueco y también por la propia arquitectura de la web del museo. Pero lo cierto es que, siguiendo el camino indicado más arriba, la colección puede ser consultada online en: http://collections.smvk.se/pls/vkm/rigby.ListaSokFri, y su valor visual y documental es de gran interés para investigadores.
Para el público en general el anterior discurso de las culturas separadas, aisladas en sus territorios y homogéneas culturalmente, cambia en los discursos expositivos del nuevo museo. Si bien sus exposiciones utilizan materiales culturales de sus almacenes, con ellos pretende reflexionar sobre la relación local-global y la globalización, no sobre la cultura guna u otra cultura en particular. Por lo tanto, los contactos, encuentros, flujos, tensiones y conflictos entre culturas son la materia prima de la nueva representación museológica.
Un ejemplo de ello lo encontramos en la exposición sobre las culturas de viaje organizada durante el mes de julio del 2011, y que integró entre otros, materiales de Guna Yala, pero con un lenguaje expositivo diferente a los museos clásicos (museos-libro o enciclopedia). La comunicación de la exposición gira alrededor del turismo como contacto cultural, el viaje como intercambio cultural y la sociedad de movilización en la que vivimos. Para ello utiliza lo local puesto en lo global, y un ejemplo es el uso de un diaporama en el que incorpora molas junto con otros suvenires o recordaciones de viaje:
Este viaje de las culturas y sus representaciones culturales tipo “collage” siguen aquí otro paradigma diferente del de la escasez, urgencia, antigüedad o singularidad. La materia prima es la glolocalización (Robertson, 1995), es decir las relaciones local-global contextualizas, y la forma de reflexionar sobre la misma apunta no solamente a la comunidad local sino a sus conexiones, tensiones y flujos desiguales en la cultura(s) mundo. Los bienes culturales, convertidos en bienes de consumo circulan por el mundo adquiriendo nuevos significados en procesos de resignificación sobre los cuales reflexiona este museo. En el mismo, los discursos museológicos no se elaboran en función de las colecciones sino en función de los problemas sociales contemporáneos, y siempre que sea posible, existe una relación entre esos materiales culturales y los problemas actuales, dando una nueva vida a esos materiales (Kirshenblatt-Gimblett, 1998). De esta forma la mola guna ya no representa solamente una cultura indígena de Abya Yala, sino un producto turístico que circula globalmente afirmando la experiencia viajera de la diversidad cultural.
5. CONCLUSIONES
A lo largo del texto hemos analizado el poder de los museos como instrumentos de representación cultural de las culturas, centrándonos en el caso de la cultura guna y comparando la auto-representación museológica guna con la hetero-representación del Museo de las Culturas del Mundo (Gotemburgo). Debido a limitaciones de espacio y formato, nos hemos centrado en la producción de esas representaciones y no excesivamente en su consumo turístico o su lectura turística.
Concluimos de acuerdo con James Howe (2009), que en las representaciones culturales de Guna Yala se ha producido un cambio desde el casi monopolio blanco de varios tipos de representación, entre los que se encuentra la etnografía y la escritura, a la auto-representación guna de su cultura y modos de vivir (Howe, 2009). Es desde esta perspectiva que se entienden mejor los museos gunas, resultado de esfuerzos comunitarios y de afirmaciones políticas de lo indígena, pero también de sus conexiones y apoyos internacionales globales. Ellos suelen ser auto-centrados y focalizados en los considerados por ellos pilares de la cultura guna, posibilitando a los visitantes disminuir su ignorancia sobre los gunas y cuestionar sus estereotipos sobre los mismos, lo que no quiere decir que ello se produzca siempre y de forma mecánica.
En el segundo caso analizado, el Museo de las Culturas del Mundo, se orienta a la comunicación y educación de grandes públicos, siguiendo el paradigma del aprender y disfrutar al mismo tiempo o “la universidad del pueblo”. Además intenta satisfacer la industria del ocio y del turismo por medio de una política educativa (Hooper-Greenhill, 1998) que dialoga con lo lúdico y otras necesidades sociales. Nos preguntamos hasta qué punto el Museo de las Culturas del Mundo es un producto poscolonial fruto de la colonización, o resultado de una investigación colaborativa entre los etnógrafos suecos y grupos humanos de la periferia geopolítica. En este sentido James Howe (2009) se pregunta sobre como considerar al guna Rubén Pérez Kantule, si como un co-investigador o un asistente de campo. Después de nuestra visita a Gotemburgo y el análisis de la etnografía hecha allí por Pérez Kantule, nos inclinamos a responder que él fue un investigador guna que incorporó categorías antropológicas del análisis de la cultura como función, forma, género, ritual o mito. Queda patente también su papel como coautor, traductor cultural, mediador y puente entre culturas y mundos, siendo este museo deudor del mismo. Por ello también podríamos hablar de una co-representación y una negociación entre representaciones.
En todos los casos analizados, los museos se han promocionado como atracciones turísticas para alcanzar rentabilidad política, económica y social. Ellos son una nueva forma de producción cultural que otorga una segunda vida a localidades, objetos y modos de vivir (Kirshenblatt-Gimblett, 1998). Los museos pasan a convertirse en un activo de la oferta turística y a existir en función de esta en algunos casos. Tal como refiere el antropólogo Néstor García Canclini (2004: 42), los museos y otras instituciones culturales han cambiado de servicios culturales a instituciones autofinanciadas y lucrativas, obligadas a buscar clientes, lo que condiciona en algunos casos la representación de la cultura y su conversión en un bien de consumo más, algo no exento de nuevos problemas.
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Breves biografías de los autores
Xerardo Pereiro es “doctor europeo” en antropología sociocultural por la Universidad de Santiago de Compostela (Galicia). Fue investigador visitante en las universidades Complutense de Madrid, Milán, ISCTE (Lisboa), Edimburgo y Birmingham, entre otras. Actualmente es profesor titular de antropología y turismo cultural en el campus de la Universidade de Trás-os-Montes e Alto Douro (UTAD) en Chaves. Es investigador efectivo del CETRAD (“Centro de Estudos Transdisciplinares para o Desenvolvimento”) y miembro del “Departamento de Economia, Sociologia e Gestão” de la UTAD. Contacto: xperez@utad.pt Web personal: www.utad.pt/~xperez/
Cebaldo de León se formó (licenciatura y máster) en Rusia en historia, arqueología y etnografía. Investigador del CETRAD (Centro de Estudos Transdisciplinares para o Desenvolvimento) de la UTAD (Universidade de Trás-os-Montes e Alto Douro). Ha sido director del Centro de Investigaciones Kuna (hoy Instituto de Desarrollo de Kuna Yala). Ha participado en el proyecto PEMASKY y ha realizado trabajo de campo con Xerardo Pereiro, sobre el papel del turismo en Kuna Yala, premiado por la FITUR y por la National Geographic Society. En la actualidad realiza su tesis doctoral en la Universidad de Córdoba (España) sobre agroecología y desarrollo rural sostenible. Contacto: inawinapi@hotmail.com Web personal: www.inawinapi.com